Los pueblos con más encanto de Osona

La comarca de Osona es conocida por su entorno natural, perfecto para organizar una escapada romántica en pareja o una salida en familia con niños de todas las edades. Aun así, no se puede entender Osona sin los pueblos que la forman, todos con un encanto especial. Desde los más rurales hasta los que destacan por su patrimonio modernista, la comarca tiene muchos municipios que son parada obligatoria. La revista Descobrir Catalunya ha recogido los que son los pueblos con más encanto de Osona.

1. Tavertet

El pueblo de Tavertet es conocido para ser uno de los rincones más pintorescos de la comarca de Osona. Visitarlo es garantía de tranquilidad y paz, puesto que se encuentra en un entorno natural inmejorable. En el pueblo hay monumentos románicos como la ermita de Sant Corneli, la parroquia de San Bartomeu Sesgorgues o la iglesia de Sant Cirstòfol (que fue el primer edificio que se construyó en Tavertet).

Más allá de su atractivo arquitectónico, el que destaca realmente de Tavertet son las vistas panorámicas que tiene del pantano de Sau. Además, el pueblo tiene el mirador de los riscos, para tener un punto de vista privilegiado de la zona. Una paseada por Tavertet es uno de los mejores planes para descubrir el en torno a Osona en pareja o con niños.

2. Alpens

En el Lluçanès, bordeando con el Ripollès pero sin dejar Osona, encontramos Alpens. El pueblo, aunque poco conocido, destaca por sus callejones estrechos y tranquilos, por dónde es muy agradable pasear. Entre sus callejones, más allá de visitar la iglesia de Santa Maria, se pueden encontrar figuras, decoraciones y pica-puertas de forja, una parte muy importante de la identidad de Alpens. El arte de la forja es tan importante en el pueblo que se ha convertido en un rasgo característico, hasta el punto de organizar el Encuentro Internacional de Forjadores, que reúne muchos forofos el penúltimo domingo de mayo.

3. Espinelves

Espinelves es la definición de pueblo rural por excelencia. Aunque pertenece a la demarcación de Girona, sigue estando en Osona, y la iglesia de San Esteve es la protagonista, con un gran valor por su arquitectura románica. Alrededor de la iglesia se agrupan todas las casas del pueblo, creando un paisaje muy pintoresco. Más allá del patrimonio arquitectónico, el entorno natural de Espinelves es excepcional, y es que se encuentra en una de las masas boscosas más grandes de Cataluña, perfecta para hacer excursiones y paseadas en familia. Si hay un momento especial en Espinelves, este es la Fira de l’Avet. Conforme se acerca Navidad, el pueblo se transforma y se convierte en un pesebre con mucha magia.

4. Sant Pere de Torelló

Sant Pere de Torelló es un pueblo sencillo y con mucho encanto, ideal para hacer una escapada. Más allá del municipio rural típico de la comarca, el entorno natural del pueblo es el que más destaca, con muchas opciones para visitar en pareja o con familia y niños de todas las edades. La Fageda de Grevolosa es uno de los lugares más conocidos de Sant Pere de Torelló, y es que los árboles centenarios que hay impresionan a todo el mundo, tanto por su medida como por la belleza del bosque. Este hayedo parece sacada de un cuento de hadas.

Otro de los puntos imprescindibles para disfrutar de Osona al completo es el santuario de Bellmunt, desde donde se tienen unas vistas privilegiadas de la llanura de Vic, los Pirineos y el Valle del Ges. Jacinto Verdaguer decía que era “una ermita en el cielo suspendida” y no hay por menos. Sant Pere de Torelló tiene todos los ingredientes para ser uno de los pueblos con más encanto de Osona.

5. Viladrau

Viladrau es uno de los pueblos más conocidos y con más encanto de la comarca de Osona. Al ser un pueblo relativamente grande, une la belleza de un pueblo rural con todos los servicios y actividades que hacen falta para hacer una escapada en familia. El pueblo de Viladrau está lleno de historia: la iglesia de San Martín fecha del siglo XI, pero en el municipio también se pueden ver muchas masías y casas de estilo modernista. Además, se llama que Viladrau fue el lugar donde nació el bandolero Serrallonga y dónde también vivían algunas brujas.

Más allá del patrimonio histórico, Viladrau destaca por su paisaje natural, con lugares como el Coll de Joan o la Sierra de Rosquelles, perfectas para organizar excursiones de todos los niveles y por todo tipo de grupos.

6. Rupit i Pruit

Visitar Rupit y Pruit es hacer un viaje en el tiempo hasta la época medieval. Los dos pueblos, que siempre han sido unidos, se crearon en 1000, con el castillo de Rupit. Ahora, son unos de los pueblos más bonitos de la zona, ideales para hacer una escapada romántica en pareja. Las casas de madera y piedra y los callejones estrechos parecen todavía medievales y tienen un encanto muy especial y único en Osona.

L’Agullola y el río que cruza el pueblo son algunos de los intereses naturales que tiene Rupit, que sin duda es uno de los pueblos más populares de la comarca de Osona. Rupit y Pruit reciben muchos turistas durante el año que quieren visitar sus calles y algunos puntos conocidos como el puente colgante, y por eso hay visitas guiadas por el centro medieval del pueblo que son muy interesantes, sobre todo por familias y niños de todas las edades. Es la mejor manera de conocer con profundidad la historia y las anécdotas de uno de los pueblos con más encanto de Osona.

7. Vidrà

Como Sant Pere de Torelló, Vidrà es un pueblo que destaca por las vistas. Desde las cumbres que rodean Vidrà se puede ver la llanura de Vic y el Montseny, el Pirineo y, si hace buen tiempo, la bahía de Roses. El patrimonio natural del pueblo de Vidrà es realmente privilegiado e ideal para organizar excursiones de todos los niveles, por los visitantes más expertos y por familias con niños.

Alrededor del pueblo de Vidrà se pueden ir descubriendo varias masías, iglesias y ermitas que hacen muy especial el entorno. Estas se pueden visitar a pie o en bicicleta, después de descubrir el centro histórico del pueblo que fue propiedad de la familia de Guifré el Pilós. Cómo es también el caso de Rupit, el pueblo de Vidrà recibe muchos visitantes, por el que existen visitas guiadas para conocer la historia de la zona y ver de bien cerca como se vive la vida rural, con varias actividades para grandes y pequeños.

8. Sant Julià de Vilatorta

Sant Julià de Vilatorta es el pueblo por los amantes del arte modernista. El municipio tiene una ruta modernista, a través de la cual todos los miembros de la familia pueden descubrir los edificios y monumentos arquitectónicos de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, así como aprender más sobre cómo vivían las familias de Sant Julià de Vilatorta en aquella época. Entre los edificios modernistas más conocidos del pueblo hay el colegio de Roser, el Casal Nuria y el parque de las siete Fuentes.

Los monumentos arquitectónicos no son el único patrimonio histórico que hay en Sant Julià de Vilatorta. También se puede visitar el Aeródromo de Vilatorta, un campo de aviación que fue construido por las Fuerzas Aéreas de la República española en 1938. Sant Julià de Vilatorta está lleno de lecciones de historia.

9. Folgueroles

Para los forofos a la literatura catalana Folgueroles es una visita obligatoria. En este pueblo, uno de los más bonitos de la comarca de Osona, vivió Jacint Verdaguer, uno de los poetas más relevantes de la lengua catalana moderna. La Casa Museo Verdaguer es perfecta para conocer más sobre la vida del poeta y su trabajo tan reconocido. El museo también organiza unas rutas literarias muy recomendables.

Además, más allá de tener la casa de Jacint Verdaguer como punto más popular, Folgueroles es un pueblo de origen medieval con la iglesia de Santa Maria como punto central y unas calles con mucho encanto. Pasear por Folgueroles en pareja o con los niños es la opción sencilla pero muy recomendable. También es buena idea visitar el dolmen de Puigleslloses, uno de los mejores ejemplares de este tipo en todo Cataluña.

10. Tavèrnoles

Sant Feliuet de Savassona, Sant Pere de Savassona, Santa Margarida de Ardola y Sant Esteve son los protagonistas de Tavèrnoles. Estos son los cuatro edificios románicos del pueblo, que hacen de Tavèrnoles uno de los municipios rurales más bonitos de Osona. Más allá de las iglesias románicas, Tavèrnoles se conoce por su riqueza arqueológica, y es que se han encontrado yacimientos de épocas como el Neolítico con la reguera de la Fíbula, la piedra del Sacrificio o las piedras grabadas. También hay restos de la edad de bronce y de la época romana, que hacen de Tavèrnoles un pueblo pequeño pero con una riqueza histórica y arqueológica enorme. El pueblo es una parada obligatoria por los más interesados en la historia y la arqueología y es una visita muy recomendada por familias con niños.

Fuentes consultadas:
https://www.descobrir.cat/ca/notices/2021/08/7-pobles-d-osona-amb-encant-4988.php
http://www.tot-catalunya.com/especial/26/les-10-coses-que-has-de-veure-a-osona-si-o-si/

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